Crow Tribe Little Bighorn River
La autora, JoRee LaFrance, recoge muestras de agua cerca del nacimiento del río Pequeño Bighorn. Crédito: Talon_Lonebear

Opinión: Restaurar nuestras aguas es restaurarnos a nosotros mismos

Usar la investigación de la calidad del agua para sanar y dar soberanía a los Apsáalooke.

Era una fría mañana de invierno cuando mi káalixaalia, bisabuela, nos sentó para contarnos historias.

Cuando la nieve se pega al suelo, nosotros, los Biiluuke u Otro Lado, contamos nuestras historias tradicionales para que sean pasadas de generación en generación. Una de mis favoritas era la de un joven llamado Uuwaatisaash, o Gran Metal, quien fue empujado a un acantilado por su padrastro después de un día de caza. Mientras su padrastro regresaba al campamento para dejarlo morir, Uuwaatisaash escuchó nuestro idioma en la distancia. Las voces hablaban sobre salvar a un joven atascado en un arbusto. Las voces que escuchó eran las de los Iisaxpúatahchee Sahpua, los siete carneros sagrados de Big Horn, quienes lo salvaron y decidieron criarlo como si fuera suyo. Uuwaatisaash creció para convertirse en un importante guerrero y le fueron dadas siete enseñanzas sagradas que él llevaría de vuelta a mi pueblo.

Cuando tenía 8 años, un programa bilingüe extracurricular me llevó a un viaje que me dejó recuerdos que aún conservo. Un bote nos llevó a los cañones profundos del lago Big Horn, o Iisaxpúatahcheewilichke. Mientras navegábamos por los acantilados que Iisaxpúatahcheeaashe, el río Big Horn, había cortado, fuimos testigos de su poder: los lados del acantilado se veían como si un cuchillo hubiera hecho un corte limpio a través de un pastel, excepto que era a través de capas sedimentarias, metamórficas e ígneas de la Tierra. Llevaré este día conmigo para siempre porque mi hermana melliza, otros jóvenes Apsáalooke/Crow y yo vimos donde Uuwaatisaash había sido empujado hacia los acantilados, y donde los Iisaxpúatahchee Sahpua lo habían salvado.

Este ensayo también está disponible en inglés

Los Biiluuke veneramos a los Iisaxpúatahchee Sahpua, los honramos y respetamos. Un guerrero Apsáalooke, Oso Grulla, nos enseñó que para honrar y respetar el poder de los Iisaxpúatahchee Sahpua, necesitamos cuidar las montañas y los ríos. “Hasta el día de hoy, los ríos Big Horn y Pequeño Bighorn llevan la memoria de los Siete Carneros Sagrados”, dijo, “se nos dijo que nunca les cambiáramos los nombres… así que han conservado sus antiguos nombres, asegurando que la tierra siempre será nuestra”.

Hemos sabido que el agua es un reflejo de nosotros mismos desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, nuestros ríos y aguas han sido impactados por las actividades humanas como la agricultura, las aguas residuales y minas abandonadas. Pero otros investigadores Apsáalooke y yo estamos trabajando juntos para comprender la calidad de nuestros sistemas hídricos y cómo esto supone riesgos para los miembros de nuestra comunidad y nuestras prácticas culturales. Como investigadores Apsáalooke estamos analizando el agua de nuestros vecinos, amigos y familiares. Y, al liderar estas pesquisas, estamos contribuyendo a nuestra autonomía individual, comunitaria, cultural y tribal.

Nuestra esperanza es proporcionar investigaciones básicas que ayuden a nuestra nación a establecer normas de calidad del agua para proteger nuestras preciosas fuentes de agua, de modo que podamos continuar con nuestras prácticas culturales y ceremoniales.

La tierra que me crió 

Bighorn Mountains Crow Tribe

Vista de las montañas Big Horn desde Story, Wyoming. 

Crédito: JoRee LaFrance

Crecí con mi hermana melliza al lado del Iisaxpúatahcheeaashe Aliakaate, el río Pequeño Bighorn, en las laderas de mi corazón exterior, Iisaxpúatahchee Isawaxaawúua, conocido comúnmente como las montañas Big Horn; que se encuentra en el extremo sur de nuestra reserva de 2,2 millones de acres en el sureste de Montana. El resguardo es más grande que el estado de Rhode Island, pues es la reserva más grande de Montana, la quinta más grande de los Estados Unidos y el hogar de mi pueblo, tres cordilleras y cuencas hídricas.

Iisaxpúatahcheeaashe Aliakaate (el río Pequeño Bighorn) tiene un lugar especial en mi corazón. Comienza en Iisaxpúatahchee Isawaxaawúua y luego fluye directamente hacia la reserva con solo 16 millas del río ubicadas en tierras cedidas por los Apsáalooke a lo que hoy es el estado de Wyoming. El resto del río fluye al norte en tierras Apsáalooke y se une al río Big Horn, o Iisaxpúatahcheeaashe, justo antes de que termine la reserva. Gran parte del río Iisaxpúatahcheeaashe Aliakaate está en manos de mi gente y es nuestra responsabilidad cuidar y proteger este importante cuerpo de agua.

El río Pequeño Bighorn se utiliza todo el año con fines ceremoniales, municipales, agrícolas y recreativos en mi comunidad. Los Apsáalooke tenemos una profunda conexión con su pulso. Se nos ha enseñado que cuando el algodón empieza a caer en primavera, debemos alimentarlo preparando nuestras mejores carnes y ofrecerlas para pedir protección y mostrar respeto a los buluksée, las criaturas del agua. Es entonces cuando el río empieza a aumentar su caudal debido al deshielo y a las lluvias primaverales. Bajo el caluroso sol de junio nos refrescamos en él, pero debemos ser diligentes pues está en su punto más fuerte. No es hasta que contamos historias, cuando la nieve se pega al suelo, que el río está en su punto más bajo y tranquilo.

Cuidar el agua es cuidar nuestro bienestar no solo como individuos, sino como comunidad. Usamos el río y sus arroyos para ceremonias como rituales del sudor en cabañas de vapor, ceremonias con tabaco, la apertura de paquetes sagrados, ceremonias de baile y muchas otras. Cuando la integridad de nuestras aguas se ve comprometida también se compromete nuestra capacidad para practicar de forma segura aquellas ceremonias que involucran el uso del agua de manera directa. Como científica Apsáalooke, soy un producto de la tierra que me ha criado y sé que es mi responsabilidad cuidar esta tierra que siempre ha cuidado de mí.

En mi lengua, este sentimiento se expresa como immaachikítua – el español no puede capturar el significado de esta palabra, pero si tuviera que describirla, sería “mostrar respeto por la tierra, el agua, cada ser vivo, nuestras familias, ancestros y futuras generaciones”.

Responsibilidad como una Apsáalookbia

Crow Tribe tribal water rights

Vistas de las montañas Big Horn y al valle del río Pequeño Bighorn. 

Crédito: JoRee LaFrance

Creo firmemente en el dicho “de nosotros, por nosotros, para nosotros”, y el Comité Directivo de Salud Medioambiental Crow hace precisamente eso. Somos un pequeños grupo de indígenas Apsáalooke y una entidad socia dedicados a hacer investigaciones ambientales en nuestro territorio. Apropiarse de la investigación no sólo nos permite tener un conocimiento más profundo de la salud de nuestra comunidad, sino que refuerza nuestra soberanía para proteger nuestras aguas.

En los últimos 20 años, el comité ha mejorado la calidad de nuestras aguas y el conocimiento y entendimiento que tiene mi tribu de nuestra propia salud ambiental. Se ha encontrado que las aguas contaminadas suponen un gran riesgo para la comunidad Apsáalooke. La contaminación microbiana, como los coliformes procedentes de sistemas sépticos con fugas o de residuos ganaderos; y la contaminación por metales pesados como el uranio, el arsénico, el manganeso y el zinc, contribuyen a la baja calidad del agua y causan problemas de salud a la comunidad. Esto es preocupante, en tanto los coliformes pueden causar enfermedades a corto plazo como diarrea y náuseas, pero además pueden impactar severamente a quienes están inmunodeprimidos. La contaminación por metales pesados procedentes del uranio puede causar intoxicación renal y el arsénico provoca problemas circulatorios. Ambos son cancerígenos.

Hemos centrado las investigaciones en pozos domésticos porque muchos miembros de la comunidad viven en carreteras sin asfaltar en zonas rurales y dependen de las aguas subterráneas o del agua traída en camiones. Estas fuentes no se analizan como el sistema de agua potable municipal de la Agencia Crow, por lo que, a menos que una persona pague el análisis, no está segura de la calidad de su agua.

Si el hogar de una familia obtiene un resultado que sobrepasa los límites máximos de contaminantes establecidos por la EPA o presenta coliformes o E.coli, el comité le da un dispensador de agua de cinco galones. Esto le da acceso a agua limpia y segura a la familia como mínimo. Mis propios familiares han dependido del trabajo que hacemos, lo que disparó mi interés por la ciencia del agua y el acceso a agua potable.

Crow Tribe Little Bighorn River

El río Pequeño Bighorn mirando hacia las montañas Big Horn. 

Crédito: JoRee LaFrance

El primer paso en mi largo camino investigando la calidad del agua empezó con mi educación de pregrado en el Dartmouth College, donde me licencié en ciencias de la tierra y estudios de los pueblos nativos americanos. La ciencia de las cuencas hidrográficas captó mi interés. Después de mi tiempo en Dartmouth, fui pasante en el comité como parte de un equipo que analizó varios contaminantes en pozos domésticos y algunos de nuestros arroyos sagrados, además de ayudar con un estudio sobre cambio climático.

Vi la necesidad de conocer la calidad de las aguas superficiales, especialmente en Iisaxpúatahcheeaashe Aliakaate, un río que se convirtió en un amigo cercano. Al crecer al lado de este río, era un poco ingenua y asumía que su agua era prístina, pero he aprendido que los usos agrícolas, municipales y locales, así como los vertimientos ilegales, están cambiándolo y a su valle.

El río Pequeño Bighorn funciona como cualquier otra cuenca hidrográfica nevada del oeste de Estados Unidos y necesitamos entender cómo industrias como la minería, la agricultura y los subproductos de las plantas de tratamiento de aguas residuales lo están contaminando con metales pesados, compuestos artificiales como los PFAS y aquellos procedentes de la actividad agrícola. A través de mi trabajo en el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Arizona, quiero entender cómo se comportan los contaminantes a medida que el caudal del río cambia con las estaciones, así como abordar esas repercusiones en el uso tribal del agua. Para lograrlo, recolecto muestras cada semana que luego son enviadas al Laboratorio de Contaminantes Emergentes de Arizona, donde las analizamos buscando diversas sustancias nocivas. Adicionalmente, tengo dos sensores multiparamétricos in situ estacionados en el río que analizan continuamente su pH, temperatura, turbidez y conductividad eléctrica, entre otras cosas. Estoy muy agradecido por trabajar con un río que forma parte de lo que soy.

Bimmaxxpée: Aguas Medicinales

Crow Tribe Indigenous water rights

La autora, JoRee LaFrance, instala un sensor de agua. 

Crédito: Talon Lonebear

Mi meta es apoyar la implementación de estándares de calidad del agua propios en mi nación basados en la ciencia y la cultura, lo cual es fundamental para preservar nuestra forma de vida tradicional al darnos acceso a aguas salubres. Esto reforzaría nuestra soberanía y nos permitiría responsabilizar a todos los usuarios – tanto aguas arriba como aguas abajo – de la contaminación de nuestras aguas.

Mi káalixaalia me dijo que a los Biiluuke nos fueron dadas cuatro medicinas que nos sanarían y serían nuestro sostén mientras nos movemos por el mundo: la ceremonia de plantación del tabaco, el ritual del sudor en cabañas de vapor, los bailes bajo el sol y las medicinas rocosas. Cada una de estas cuatro medicinas involucra el uso y respeto del agua. Quiero hacer todo lo que esté en mis manos para garantizar que nuestra infancia siempre tengan acceso a la misma calidad del agua que nuestros antepasados.

Cuando restauramos la salud de nuestras aguas medicinales, restauramos nuestra salud.


Este ensayo ha sido elaborado gracias a la beca Agents of Change in Environmental Justice. Agents of Change capacita a líderes emergentes de entornos históricamente excluidos de la ciencia y el mundo académico que reimaginan soluciones para un planeta justo y saludable.

Notas sobre el ensayo

*Apsáalooke/Crow: Este término es usado para referirse a nosotros como gobierno tribal. De hecho, Crow es una traducción errónea proveniente de la época en la que el gobierno federal llegó y nos dio nombres en inglés. Hay mucho más en el nombre Apsáalooke, pero eso es para otra discusión. Desde mi punto de vista, Apsáalooke, Crow y Biiluuke se utilizan indistintamente.

**Biiluuke/Nuestro Lado: Usamos esta palabra para referirnos a nosotros mismos, nuestra forma de ver el mundo y nuestro idioma. Por eso verá Biiluuke en lugar de Apsáalooke.

Vocabulario:

Apsáalooke/ indígenas Crow
Káalixaalia/ Bisabuela
Biiluuke/ Nuestro Lado/ indígenas Crow
Uuwaatisaash/ Gran Metal
Iisaxpúatahchee Sahpua/ Siete Carneros Sagrados de Big Horn
Iisaxpúatahcheewilichke/ Lago Big Horn
Iisaxpúatahcheeaashe/ Río Big Horn
Iisaxpúatahcheeaashe Aliakaate/ río Pequeño Bighorn
Iichiinmáatchilash/Afortunada con los Caballos
Iisaxpúatahchee Isawaxaawúua/ Montañas Big Horn
Iikooshtakáatbaatchaache/ Distrito Mighty Few
Buluksée/ Criaturas del Agua
Apsáalookbia/ Mujeres indígenas Crow
Immaachikittúua/ Lo que Respetamos
Bimmaxxpée/ Agua Medicinal

About the author(s):

JoRee LaFrance
JoRee LaFrance
JoRee LaFrance - also known as Iichiinmáatchileesh/Fortunate with Horses – comes from the Apsáalooke Nation, located in southeastern Montana. She holds a B.A. in earth sciences and Native American studies from Dartmouth College and is now a doctoral student in the Department of Environmental Science at the University of Arizona studying the Little Bighorn River watershed.

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