África energía solar limpia

¿Queremos más energía limpia? Enfoquémonos en las personas, no en la tecnología

Las decisiones energéticas pueden ser muy personales. Necesitamos escuchar a los hogares y las comunidades antes de recomendar su transición energética.

Para evitar que las tuberías se congelen, colocar el termostato de su casa a no menos de 55 °F, me informa un artículo.

Programo la temperatura a 55 ° F y tacho el último punto de mi lista de tareas pendientes, finalmente lista para salir de vacaciones. Cuando estoy a punto de salir, me devuelvo y subo la temperatura a 60 ° F. ¡Casi me había olvidado de James! Nombrada así en honor a James Baldwin, es mi planta de interior favorita. Originaria de África Occidental, está a la merced de mis decisiones sobre el uso de la energía mientras intenta sobrevivir a los inviernos de la ciudad de Nueva York.

Este escenario, aunque ciertamente tonto, apunta a un problema clave al que se enfrentan los investigadores del clima, la energía y la salud: las decisiones sobre el uso de la energía en los hogares son complejas y maleables. Entender la toma de decisiones relacionadas con la energía es un objetivo ambicioso, pero desafiante, porque hay una gama tan amplia de factores en juego. Estas decisiones dependen del dinero, la accesibilidad y las preferencias; se ven afectados por la disponibilidad, el clima y la infraestructura; están moldeadas por los hábitos, la cultura, la historia y las relaciones con los seres queridos. Desafortunadamente, la mayoría de los programas de transición energética en el hogar están diseñados en torno a enfoques únicos que, en el mejor de los casos, sólo tienen en cuenta algunos de estos factores.

Este ensayo también está disponible en inglés

Si queremos aprovechar el potencial del sector energético doméstico para mitigar el cambio climático y proteger la salud, debemos reconocer que la adopción de nuevas tecnologías y el cambio de comportamiento dependen de un total entendimiento de las necesidades de los usuarios finales, más allá de la simple configuración del termostato. Sin embargo, con demasiada frecuencia, la sociedad simplifica y etiqueta a las personas de forma prematura, en detrimento de soluciones verdaderamente integrales y eficaces. A menudo parece que el enfoque estándar para la resolución de problemas no consiste en aceptar la complejidad, sino en reducirla mediante la creación de categorías.

Mongolia estufa salud energ\u00eda

El autor Misbath Daouda (derecha) y Jaagi dirigen un taller sobre concienciación sobre la contaminación del aire con trabajadores comunitarios de salud en Ulaanbaatar, Mongolia. (Crédito: Sabrina Netrvalova)

Aprendí esto de primera mano a través de mi lucha por definir mi identidad después de emigrar a los Estados Unidos. Nacida en Senegal de padre beninés y madre franco-togolesa-maliense, he reajustado constantemente la forma de definir mi identidad dependiendo de la gente, la cultura y los legados que me rodean. Durante la escuela intermedia y secundaria en Senegal, mi identidad beninesa se convirtió en el centro de atención, lo que explica mi escasa capacidad para hablar wolof. Más tarde, tras mudarme a Francia, siempre llevaba mi pasaporte francés para poder probar mi legitimidad en una nación que se negaba a aceptar su pasado. Hoy en día, sigo teniendo la misma sensación de necesidad constante de fragmentar lo que soy, mientras intento posicionarme en la sociedad estadounidense. Por ejemplo, cuando me preguntan por mi acento, le respondo las personas que soy nativa de Francia, pero si bien esta etiqueta ofrece una respuesta a la pregunta inmediata, no refleja completamente mi herencia.

Como una científica de la energía y la salud, me esfuerzo por asegurar que mi investigación y lucha no reproduzcan la naturaleza restrictiva de tales etiquetas. Utilizo el término "deseable" para describir las transiciones energéticas domésticas que satisfacen las necesidades de las comunidades con las que trabajo, protegiendo su salud y reduciendo los daños al medio ambiente. Mi trabajo en torno a estas transiciones se basa en la creencia de que "deseable" significa una cosa para una comunidad determinada y algo completamente diferente para otra.

La única forma de averiguar el significado de "deseable" en función del contexto es abstenerse de presentar a las comunidades destinatarias soluciones preconcebidas derivadas de una comprensión fragmentada de sus circunstancias. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de cegarnos a las dinámicas sociales, culturales e individuales cruciales que podrían determinar si los hogares adoptan o no opciones de energía limpia.

Estufas peligrosas en los EE. UU. y en el extranjero

Estufas de Mongolia

Los lugareños cocinan una comida en una estufa de carbón en Mongolia. (Crédito: Misbath Daouda)

En todo el mundo, casi tres mil millones de personas dependen de los combustibles sólidos (principalmente madera, estiércol, residuos de cultivos y carbón vegetal) para satisfacer las necesidades de cocina y calefacción. La combustión de estos combustibles sólidos en estufas ineficientes y sin ventilación, conduce a altos niveles de contaminación del aire en los hogares, lo que se estima, es la causa de tres millones de muertes prematuras al año, principalmente por neumonía en los niños.

Al aterrizar en Ulán Bator, Mongolia, por primera vez en el 2018, el piloto anunció cuál era la temperatura típica del invierno allí: - 25 ° C (- 13 ° F). Cuando las temperaturas bajan a su nivel más bajo y los niveles de contaminación del aire aumentan al máximo, Ulán Bator se convierte en la capital más contaminada del mundo. La contaminación, formada por diminutas partículas en el aire llamadas PM2.5, es causada en parte por el humo de las estufas de carbón que se utilizan para calentar las yurtas (las viviendas tradicionales de Mongolia) durante los crudos meses de invierno. Estas partículas son tan diminutas que, al ser inhaladas, pueden penetrar profundamente en los pulmones, incluso entrar en el torrente sanguíneo y, en última instancia, causar graves problemas de salud. Ese invierno en Ulán Bator, los niveles de PM2.5 alcanzaron más de 130 veces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Durante mi estancia en Ulán Bator, realicé talleres de concienciación sobre la contaminación del aire con los trabajadores comunitarios de la salud. Basándonos en sus conocimientos sobre las comunidades, elaboramos una serie de recomendaciones que los padres podrían utilizar para minimizar la exposición de sus hijos a la contaminación del aire. Si bien las recomendaciones fueron bien recibidas, los miembros de la comunidad expresaron su esperanza de que las futuras iniciativas de transición energética realmente tomaran en cuenta sus experiencias vividas. De hecho, las estufas alternativas que se habían distribuido anteriormente requerían rellenar con frecuencia el combustible, lo que significaba que las familias tenían que despertarse en medio de la noche para hacerlo. En cambio, las revendieron por la necesidad de obtener ingresos adicionales. Un año después, el gobierno respondió a las necesidades de estas comunidades: las alternativas de combustible que arden por más tiempo y emiten mucho menos humo se hicieron accesibles en 1,000 quioscos en toda la ciudad.

Si bien la mayoría de las personas que dependen de los combustibles sólidos viven en países de ingresos bajos y medios, las decisiones energéticas en el hogar también pueden ser perjudiciales para los objetivos de la justicia climática, de salud y ambiental aquí en los Estados Unidos. Los investigadores estiman que la contaminación por partículas de la quema de madera en los hogares estadounidenses puede provocar entre 10,000 y 40,000 muertes prematuras cada año.

No se trata sólo de los combustibles sólidos: debido a que la calidad del aire interior no está regulada en los Estados Unidos, los niveles de emisiones de las estufas de gas pueden ser muy elevados. Los niños que viven en hogares con estufas de gas tienen un 42 por ciento más de riesgo de padecer asma. El asma también es profundamente desigual: los niños de raza negra se ven afectados al doble que los niños de raza blanca.

Algunos estados y ciudades están atendiendo y adoptando medidas para reducir estas disparidades a gran escala. Por ejemplo, aquí en la ciudad de Nueva York, la Autoridad de la Vivienda se ha comprometido recientemente a electrificar todos sus edificios, que albergan a casi 400,000 residentes de bajos ingresos. Escuchar a los residentes, que son expertos en lo que respecta a sus experiencias vividas, será crucial para determinar qué problemas deberá atender la electrificación. Como se ha demostrado en los estudios piloto, las voces de la comunidad a menudo suelen reenfocar la conversación en las personas en vez de en la infraestructura o en la tecnología.

Empoderamiento de la mujer

Energ\u00eda limpia de las mujeres de Ghana

Tradicionalmente, en lugares como las zonas rurales de Ghana, las mujeres y las niñas son responsables de cocinar, lo que aumenta su exposición a la contaminación del aire doméstico. (Crédito: scottgunn / flickr)

Sí, el compromiso de los responsables de la creación de las políticas energéticas es necesario para impulsar con éxito las transiciones energéticas de los hogares. Pero también lo es comprender las decisiones cotidianas relacionadas con la energía que se toman dentro de los hogares.

En mi trabajo actual en Ghana, estoy evaluando el papel del poder de negociación de las mujeres en la configuración del uso de la energía. Tradicionalmente, en entornos similares a las zonas rurales de Ghana, las mujeres y las niñas son las responsables de cocinar, lo que aumenta su exposición a la contaminación del aire del hogar. Las mujeres también son las principales recolectoras del combustible cuando éste no está disponible. Se enfrentan a riesgos de seguridad asociados con la recolección del combustible y limitaciones significativas en su tiempo disponible para la educación, el descanso y el trabajo. Al mismo tiempo, estas mujeres suelen tener un poder financiero y de decisión limitado.

Basándome en el entendimiento de sus situaciones, estoy convencida de que el empoderamiento de las mujeres es un factor clave para el éxito de las intervenciones de cocinas no contaminantes. Creo que, si las mujeres pudieran negociar mejor con sus cónyuges y defender sus preferencias y su salud, la adopción de tecnologías para cocinas no contaminantes sería mayor. Pero, ¿qué creen estas mujeres? ¿Cuáles son sus actitudes y valores relacionados con el uso de la energía de su hogar? ¿A qué aspiran para ellas y sus hijas? Estas son sólo algunas de las preguntas que les hago para entender su punto de vista. Entonces, podré incorporar sus percepciones y expectativas en el diseño de futuras intervenciones energéticas en los hogares.

El carácter interpersonal del uso de la energía

En definitiva, las decisiones energéticas tienen que ver con las relaciones. Están moldeadas por fuertes vínculos emocionales en torno al cuidado, la intimidad, el amor y la amistad: cocinar la receta favorita de un niño, mantener calientes a los familiares mayores y recordarle a un adolescente que no deje las luces encendidas, son actividades aparentemente mundanas que dan forma a la demanda de energía.

Si simplemente clasificamos a los usuarios finales de la energía con etiquetas preestablecidas, perdemos la oportunidad de desenredar los motivos del por qué ellos consumen energía de la manera en que lo hacen. Al igual que si simplemente categorizáramos a las personas como negras o blancas, ricas o pobres, rurales o urbanas, perdemos la belleza y los matices que nos forman como individuos. Como me ha enseñado mi lucha por definir mi identidad: el hecho de que un rasgo concreto sea destacado no significa que sustituya a los demás.

Como profesionales de la salud pública interesados en los beneficios para la salud de las transiciones energéticas limpias, debemos de ampliar nuestro alcance de investigación y considerar las múltiples características de un hogar o una comunidad. Necesitamos no sólo encuestar a los hogares, sino también escucharlos de verdad. Dedicar un tiempo considerable a conocer el modo de vida de una comunidad, es un paso necesario para comprender el contexto histórico y cultural que influye en la adopción de energías limpias. Las relaciones de consenso, colaboración y acompañamiento, tienen todas, implicaciones energéticas que no deberían pasarse por alto en el diseño de intervenciones de energía limpia.

¿Qué en cuanto a James, mi amada planta? Regresé de mi viaje y la encontré feliz y próspera a 60 ° F. Aunque los 55 ° F puede haber sido lo suficientemente cálido para ella, no creo que tales recomendaciones tengan en cuenta el bienestar de las plantas de interior de África Occidental.


Misbath Daouda es candidata al doctorado de Clima y Salud en Ciencias de la Salud Ambiental en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia. Puede contactarle en md3851@cumc.columbia.edu o en Twitter en @misbath_d.


Este ensayo es parte de "Agentes de Cambio " (Agents of Change), una serie en curso que presenta las historias, los análisis y las perspectivas de la próxima generación de líderes de salud ambiental que provienen de entornos históricamente pocos representados en la ciencia y la academia. Los ensayos de la serie reflejan las opiniones de los autores y no las de EHN.org o la Universidad George Washington.

Fotografía del encabezado: escolares de la escuela primaria de Kembu en Kenia sosteniendo luces solares. (Crédito: Fotos de SolarAid / flickr)

About the author(s):

Misbath  Daouda
Misbath Daouda
Misbath Daouda is a Climate and Health PhD candidate in Environmental Health Sciences at the Columbia Mailman School of Public Health.

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